Pastor Antonio Russo
El pastor Antonio Russo nació en Soccavo, en la ciudad de Nápoles, el 18 de febrero de 1966.
Durante su adolescencia cae en la adicción a las drogas que le allana el camino equivocado, con consecuencias desagradables como la experiencia carcelaria.
Sin embargo, la adicción a las drogas es solo la punta del iceberg, detrás de la cual hay profundas necesidades internas hasta ahora nunca identificadas y abordadas.
Sin embargo, a los 18 años escucha acerca de Jesús, presentado como Aquel que puede salvarlo y liberarlo de la adicción a las drogas.
Después de escuchar este mensaje de esperanza, regrese a casa y pídale a Dios una prueba de su existencia.
El Señor no se demora y le manifiesta Su presencia, liberándolo instantáneamente de la trampa de las drogas.
Unos quince días después de esa gloriosa experiencia, Dios le revela a través de la Biblia su llamado ministerial y la necesidad de preparación para su cumplimiento.
Sale como misionero con la carpa “Cristo es la respuesta” y durante tres años y medio el Señor modela su carácter, que, como el de un típico chico de la calle rebelde, se vuelve humilde y dócil.
Al final de esta experiencia, continúa su formación con la ayuda del Ministerio Apostólico de Lirio Porrello, que contribuye enormemente a su crecimiento.
En abril de 1994, el pastor Antonio junto con su esposa Pina fundaron una comunidad cristiana en Nápoles, que tomó el nombre de "Palabra de Gracia", inspirada en la iglesia madre ubicada en la ciudad de Palermo.
Esta realidad hoy en día está en constante expansión y abarca diferentes áreas y barrios de la ciudad. La predicación se centra en la doctrina de la Palabra de Dios y se comparte con franqueza y valentía.
La Comunidad vive un nuevo tiempo con la manifestación de lo sobrenatural y el poder de Dios, con señales, milagros y prodigios.
Los pastores Antonio y Pina Russo son un ejemplo en su fe y trabajo en el territorio que Dios les ha confiado con compromiso y dedicación, ofreciendo ayuda, escucha y respuesta a quienes están dispuestos con todo el corazón hacia Dios y tienen hambre de verdad. y vida.